miércoles, 24 de marzo de 2010

A mis 44 años...

No, definitivamente no estoy viejo; soy un hombre maduro, lo que los gringos llaman middle-age-man, jajaja.
Pues a mi edad, y luego de haber atravesado por ciertas circunstancias que, ya habrán leído algunos, puedo decir con certeza y apego a mi realidad: soy un hombre feliz.
Sí, entendiendo la felicidad como esa capacidad de disfrutar el momento, el hoy, el ahora, sin pensar mucho en el ayer (acaso como un marco de referencia para evitar caer en los mismos errores)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Trolls, favor de abstenerse. No son bienvenidos.