Relatos breves (a veces)de alguien que, confiesa, también ha vivido, ha muerto y ha vuelto a nacer en múltiples ocasiones. Un Fénix que resurge constantemente de sus cenizas.
domingo, 2 de septiembre de 2012
Juro que es real... A qué saben mis bolas?
Pareciera que estas situaciones me persiguen o, de plano, yo puedo reirme de cualquier tontería que me ocurra... Juro que esto que leerán es real, sucedió hace unas horas... Luego de comer con Ximena, muy cerca de la casa, regresamos y la nena me dijo: "Papá, me invitas un helado?", y en esa idea romántica del papá, la hija, el helado, pues accedí de inmediato y yo, como estoy a dieta, me abstuve... Fuimos a una heladería Santa Clara (para mi muy insensible gusto por los postres, éstos son los mejores helados que conozco), y una vez que transcurrieron casi 10 minutos, me desesperé, pues la nena no se decidía por ningún postre... Como soy bien desesperadito (a algunos de ustedes les consta), me fui directo a la caja, no sin antes preguntarle a la adolescente: "¿De cuántas pelotas será tu helado? ¿Cono o vaso?", y he aquí que algunos de ustedes saben que, por alguna extraña razón aprendida de mi papá, al contenido de un helado le llamo pelota, así, pelota... Ximena respondió que dos pelotas de helado en vaso... Me fui a la caja, e intenté pagar: "¿Me cobra un helado de dos pelotas en vaso?", le dije, y la pobre cajera, sin saber que se topaba conmigo, me dijo, sin pensarlo, sin razonarlo, sin malicia alguna: "¿DE QUE SABOR SON SUS BOLAS?"... Aaaaaaaaaaaaaaaaaay!!! Mi carcajada aún retumba en la colonia Del Valle... Y ya ni digo todas las pendejadas que se me vinieron a la mente tras esa pregunta... Soy un naco, lo sé... Sorry... Mis bolas... sabor... oh, no... Yo, qué diablos iba a saber que en Santa Clara te cobran, dependiendo el sabor del helado!!
Cine 4X, emoción trepidante que contracturó mi espalda
Ayer sábado fuimos al cine Ximena y yo. La película: Abraham Lincoln, cazador de vampiros (yo, de entrada, pensando en que podrían hacer una versión mexica: Juárez, cazador de Pejezombies), y Ximenita, que no se tienta el corazón para hacerme padecer y sufrir los embates de sus ganas de divertirse sanamente, me dijo: sala 4X (casi me infarto, pensé que era algo más que el habitual porno XXX, pero
no, no fue así). De entrada, el madrazo al bolsillo te sacude, te deja helado y le dije: "pues esto debe ser parte ya de la diversión y la dicha inicua de perder el tiempo (y el dinero)", frase que a ella le vino valiendo exactamente madres por desconocer al famoso soneto de don Renato... Entramos a la sala, luego de comprar un hotdog de medio metro (sin albur), unas palomas de maíz que Ximenita inundó en medio litro de Salsa Valentina y nuestras respectivas bebidas... Lejano me encontraba de saber lo que me esperaba: acción trepidante, madrazos en la espalda, soplidos en las orejas, agua en la cara, unas sacudidas de miedo -sin albur, aclaro- y un pinche frío!!! De entrada, te advierten que mujeres embarazadas, niños menores de 5 años, gente con problemas cardíacos (y no aseguran si problemas físicos, o emocionales, porque a veces duele el corazoncito, no?); pues debieran advertir, personas cercanas al tostón, favor de abstenerse, so pena de salir con la espalda contracturada, con un resfriado que no cesa... Eso sí, las risas de esta muchachita valieron la pena chutarse este churro gringo que aún nos tiene comentando nuestra salida al cine. Adorable, mi pequeña hija.... Si no han tenido chance de ir a estas salas 4X, pueden simular una en la comodidad de sus casas: instalen ventiladores a los lados y de frente; un atomizador con agua y siéntense encima de un bioshaker; turn on, y a gozar!!
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