miércoles, 9 de diciembre de 2015

Estamos rucos. Muy rucos.

Estamos rucos.
Muy rucos.
Cuando comencé mi carrera profesional en los medios de comunicación, tenía 21 años de edad. Era 1987, y veía a mi jefe en El Heraldo de México muy ruco; muy. Y escuchaba las quejas que tenían de él: que publicaba solo a las figuras pasadas de moda, que se había quedado en el pasado glorioso de un México que ya no existía.
Ese año, 1987 y los siguientes cinco, murieron  figuras emblemáticas, en una coyuntura done había pocos medios de comunicación, y unos absolutamente dominantes.
Así, la muerte de Don Pedro Vargas, de Mario Moreno "Cantinflas", Luis Manuel Pelayo y otros, cobraron relevancia porque "era lo que había" y, sin demeritar su trascendencia ni sus trayectorias, pues no habí mucho para dónde moverse.
Esas eran las notas relevantes en aquel entonces.
Hoy, a casi 30 años de distancia, veo que todos nos hicimos viejos, y que ocupamos el sitio de aquellos que nos enseñaron a hacer periodismo de espectáculos.
Hoy, hablar de Juan Gabriel, de Enrique Guzmán, de Marco Antonio Muñiz y otros contemporáneos es, como lo fue para nuestros maestros, hablar de Emilio Tuero, Agustín Lara y otras tantas figuras de la farándula nacional.
Hablar y dedicar espacios a Luis Miguel es, para nuestra generación, como hablar de "nuestro Pedro Vargas": un cuate talentoso, sí, pero ruco. Muy ruco. Hace 15 años todavía resultaba interesante buscarlo, indagar por qué su ocultamiento de los medios. Hoy, sinceramente, resulta de risa una nota de si se droga o se está enfermo. Who cares?
Para el mundo, tan lleno de jóvenes, es como cuando nuestros padres nos hablaban de Miguel Aceves Mejía, o de si Javier Solís era o no el mejor intérprete del bolero ranchero.
Hoy, Alejandro Fernández, Emmanuel, Mijares y todos los artistas con los que crecimos, son figuras mediáticas que, a los nuevos periodistas, esos de veintitantos años, les valen queso.
Insisto: respeto sus trayectorias, sus logros, sus alcances, sus triunfos, que sigo aplaudiendo.
Veo la portada de un diario y encuentro una nota de Juan Gabriel, de Enrique Guzmán y pienso si a los jóvenes lectores les resultará interesante.
No sé.
No me hagan caso.

Creo que me sigue pegando eso de haber cumplido 50 años y me da miedo, terror, pensar que pueda convertirme en ese jefe que tuve y al que criticaban de publicar sólo cosas de rucos.

martes, 10 de noviembre de 2015

Hace 14 años dejé de drogarme; no lo recuerdo, pero no quiero olvidarlo

Por estas fechas, hace 14 años, dejé de drogarme.
Escribirlo no busca ni pretende más nada que recordarlo, no olvidar los amargos tragos.
No vivo, lo saben quienes me conocen, regodéandome en el estiércol de mis miserables días de adicción a la cocaína, pero no quiero olvidar nunca, para evitar re caer alguna vez.
Gracias, siempre, a mi familia, que me apoyó y me apoya incondicional.
Gracias a Ximena, que es luz, balance, guía y contrapeso de mis debilidades.
Y gracias a San Leonardo Stemberg, creador de una técnica de entrenamiento mental, "Contranalisis", que obró el milagro.
Han pasado 14 años y me siento tan bien, tan pleno, y tan agradecido de la vida que tengo.
Se les quiere, por eso les comparto esto, tan mío.

jueves, 15 de octubre de 2015

Emprendedores: The Pitch y Switch 2015 te esperan!!

Ante la creciente generación de mentes innovadoras ansiosas por transformar la sociedad, Startup México, en colaboración con NOVAERA y el Gobierno del Estado de Guanajuato, presentan SWITCH: el primer festival de Aceleración Internacional para Startups de alto impacto en Latinoamérica.

SWITCH 2015 sucederá el 1, 2 y 3 de diciembre de 2015 en San Miguel de Allende, Guanajuato, y reunirá lo más relevante del Ecosistema emprendedor. 2,500 asistentes presenciales (y 70 mil virtuales), empresarios, startups, fondos de inversión y estudiantes, harán que México simbolice la arteria de un sistema global emprendedor.




Steve Cadigan: otrora vicepresidente de talento en LinkedIn, la red social
más importante para la búsqueda de trabajo, y fundador de Cadigan
Talent Ventures.
• Jorge Vergara: fundador de Omnilife, dueño de las Chivas de
Guadalajara, productor de cine y emprendedor nato.
SWITCH 2015 tendrá más de veinte conferencias secundarias, impartidas por expertos en materias como viabilidad, innovación, tecnología, etcétera. Destacan: Javier Prieto de La Fuente, Niel CohenNomara ParraAna Karen RamírezManuel MoratoAndrés Barreto, y más.
Pero eso no es todo,
The Bridge: es una competición de pitching, en español, donde el ganador recibirá el apoyo de un programa softlanding y ganará 60 mil dólares (30 mil en efecto y 30 mil en especie) para establecerse en Startup México (SUM) durante 2016. Dirigido a empresas/proyectos latinoamericanos. Cupo máximo: 70 participantes.
The Pitch: MTV Agentes de Cambio y SWITCH presentan el primer reality show televisivo sobre emprendedurismo en América Latina.
The Start:es un concurso de pitching enfocado a empresas/proyectos menores a dos años de fundados. Habrá un premio de 150,000 pesos al primer lugar. Cupo máximo: 200 participantes.
The Change: El competidor planeará la campaña digital para SWITCH 2016. El primer lugar será premiado con 100,000 pesos (mxn) y aplicará su campaña en la próxima edición de SWITCH. No hay límite de participantes.
Hackathon: ¡54 horas! El aspirante formará equipo con 3 o 4 personas para desarrollar el objetivo planteado del Hackathon. Los fundamentos del certamen se presentarán el mismo día del evento. Habrá un premio de 50,000 pesos (mxn). Cupo limitado a 40 personas.

Para The Pitch, el participante registrado en www.switch2015.com deberá exponer un elevator pitch ante un jurado conformado por distintas organizaciones especializadas en temas de innovación, aceleración y emprendedurismo.
Los siete concursantes más destacados ganarán un lugar en el programa de televisión, a grabarse en México durante el 2016. Asimismo, el primer lugar gozará de un premio mayor.
El festival contará con otros eventos:
FuckUp Nights: Aquí se comparten historias de fracaso para evitar la
repetición de los mismos errores.
Business Simulator: Simulador de negocios enfocado a nuevas
empresas y propuestas.
Startup Drinks: Networking y cervezas. Reunión de ideas y copas.
#SWITCH2015 será el puente de aceleración que descubrirá la siguiente generación de hacedores y emprendedores en el mundo. ¡INSCRÍBETE, PARTICIPA Y GANA!
Para más información: www.switch2015.com

lunes, 12 de octubre de 2015

El médico, explicando mi ronquera...

Tengo un pólipo, sí.
Pero, sobre todo, tengo muchos años.
Porque, doctores, tengan tantita madre; cuando uno los visita no es por gusto, no. Entonces, no salgan con la mamada de "a su edad..." tal cosa porque, le juro, estoy a dos de aventarme del segundo piso del periférico... Lástima que no auto tengo, y no puedo subir al segundo piso...
Nada, pues. Tengo muchos años y malos hábitos para regalar. 
Antes de operar el pólipo y extirparlo, la doctora de nombre extraño me recomendó y recetó medicamentos para LA GASTRITIS que, cabe decir, NI SABÍA QUE TENÍA!!!
Porque, lo mío, lo mío era comer picante como si no hubiera un mañana; hacer una sola comida al día y desayunar coca-cola zero, cigarro y café... 
Pues acaban de cortarme de tajo todos mis malos hábitos y además del medicamento, acaban de prohibirme DETERMINANTEMENTE, los irritantes... No, no me refiero a muchos de ustedes; me refiero a los irritantes como el Chile, los  refrescos, el cigarro y mis interminables frituras y tacos callejeros.
Y del alcohol ni hablamos. Nada de juntarme con los Tempranitos, esa cofradía que cada de vez en vez le rinde homenaje al dios Baco.
Antes no me dijo que me prohóibe el consumo de mujeres, aunque irritantes, algunas, ya no sé…
Oh, Dios, mejor llévame ya...
Y solo para despedirme de mi insana existencia, me refinaré 6 de suadero con haaaaaaaaarta salsa roja.
Amiguitos, esto, así, no es vida.
Si estoy triste, si es mi llanto 


viernes, 25 de septiembre de 2015

¿Un premio? ¿YO?

El lunes 28 recibiré un premio.
Y por más extraño que parezca:
Será un premio al amor.
Un premio a la pasión.
Un premio a la entrega...
Un premio al texto servidor que soy, que he sido, durante casi 29 años.
Un premio por este amor por el texto y la tecla.
Un premio por divertirme tantos y tantos años, con la misma gente, con la que se ha ido, con la que ha llegado; con la que siempre se queda, aquí en mis afectos.
Quisiera decir tanto, y apenas pongo un dedo en el teclado, me vienen de golpe todas las historias que he guardado: mi anhelo de ser periodista, mi llegada a este mundo en el que, apenas puse un pie en la redacción de El Heraldo de México, me enamoré de este oficio que ya amaba... y de las miles de aventuras que han ocurrido en estos casi 29 años de dedicarme de manera paralela al periodismo y al sano ejercicio del RP, desde aquellos años en que fui jefe de prensa de Salma Hayek, de Daniela Romo, de Mijares, de Televisa...
No acabaría nunca de contar tantas historias.
Sólo sé que vivo enamorado de mi trabajo, de mi oficio. Tanto, que le dedico mis días, mis horas, de lunes a domingo, desde hace mucho, muchos años. Así, tan dichoso me hace mi oficio de texto servidor.
Gracias a Mony Valencia que me propuso ante los directivos de la Global Quality Foundation, para entregar este reconocimiento que, esta noche, compartiré con dos personas que quiero, que admiro y respeto profundamente, como los son Carlos E. Chavez y Jesús Cisneros (a quienes no puedo etiquetar en este post; demet!).
Gracias, gracias, gracias, gracias a todos los que de una u otra manera han formado parte de este andar.
Especialmente a ti, Ximena, a quien dedicaré, como he dedicado siempre, este reconocimiento a mi trayectoria.
Sean felices, ternurines de luz sin foco.
Principio del formulario


jueves, 17 de septiembre de 2015

Me urge el curso: Marcel Marceau para principiantes

Hoy me darán fecha de operación para quitarme el pólipo de la cuerda vocal izquierda (la derecha, al parecer, está sana-sana, como colita de rana, a la otra le debo mi voz aguardientosamente sexy), y cuando eso ocurra (la operación, claro) tendré que permanecer silente, mudo, como película de Chaplin, durante OCHO DÍAS!
Ya estoy elaborando letreritos para sobrevivir decentemente en esos días.
Tengo varios, los más recurrentes:
1.- No me hagan hablar; acabo de ser operado de las cuerdas vocales.
2.- Qué la chingada! Que no puedo hablar! (porque no faltará el pendejo que me pregunte, no obstante haber leído el primer letrero: "¿Pues qué te pasó?")
3.- Bueno, que ¿no entiendes que no puedo hablar? (Por si acaso hubiera un necio que insistiera en el tema)
4.- Me da unos Camel.
5.- Me da una coca-cola zero.
6.- Deme 5 de suadero, "con todo".
7.- Un letrero en blanco para Ximena y los meseros de cualquier restaurante porque, hable uno o no, no me hacen caso nunca.
Eso resolverá mi inmediatez cotidiana.
Y para mis traslados en taxi a diferentes lugares de la ciudad, requiero urgente de tomar el curso "Marcel Marceau para principiantes", o jugar por horas enteras eso de "Adivínelo con señas".
Bueno, si eso no funcionara, recordaré todas las veces que me han pedido guardar un minuto de silencio y lo aplicaré durante los 11 mil quinientos 20 minutos que duran los 8 días.
Y ya si la suerte es enorme y aparece el amor de mi vida en esas fechas, pues no le diré "te amo", se lo demostraré a besos.
Ok, ya estoy delirando.
Luego les cuento cómo me fue en el médico esta tarde.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Mis sueños, tan extraños...

La escena se desarrolla una mañana cualquiera, en un moderno salón de clases-auditorio-cancha de basquet.
En unos altavoces se escucha el clásico del orgullo-orgulloso y ochentero "YMCA", de Los Aldeanos.
-Mira, qué bien bailan todos, amor!!
-Sí, o sea... pues tenemos una clase semestral para esto, y ya te había contado.
-¿Cómo? Me dijiste que estaban montando una coreografía y que participabas en eso. O eso fue lo que entendí... ¿Un pinche semestre entero para aprender la coreografía de esta canción? ¿Neta?
-Pues sí, o sssssseaaaaaa -habla como si trajera una papa en la garganta-, si te dije, 'páaaaaa.
-O ssssssssssea -la imita-, pues sí me dijiste, 'já, pero te entendí que era UNA PINCHE CLASE, NO UN PUTO SEMESTRE!! O sssssssseaaaaa, ¿estoy pagando una escuela para que aprendas coreografías de estos %/&%(#"))(/ ochenteros?
-Ay, o ssssssea; sale, bye, 'pá.
-Ximena... Ximena... XIMENA!!!

Pinche sueño tan horrible y raro. Ahí me desperté. No sé qué me causaba más angustia, si pagar por algo que en mi sueño no creía que valdría la pena; si era el tema tan nefastamente emblemático de estos emblemáticos orgullosos de su orgullo ochentero, o si era la recién e incrustada papa en la boca con la que me hablaba Ximena...

Lo cierto es que no vuelvo a cenar tan pesado y menos a las 4 de la mañana.

Tengan excelente día, ternuros, orgullosos y no orgullosos del lado que mastican.

domingo, 16 de agosto de 2015

Mi texto standopero...

Hola, mi nombre es Víctor Hugo y en el mundo de la farándula me conocen como “HijodeVecino”, aunque con esta cara de cadenero de antro muchos piensan que soy el hijo de la guayaba… y no, déjenme decirles que no, que la guayaba no era mi mamá… era mi tía.

Mi mamá era la tostada... Sí, la incineramos.

Yo soy periodista desde hace 28 años.
Escritor, pues.
Y soy escritor porque desde chavito me encanta todo lo que tenga que ver con el texto, me encantan las letras, las palabras, las teclas… también de la máquina de escribir… las comas, los puntos, los acentos y, más recientemente, me he hecho fan del asterisco.

Digamos que soy un TEXTO SERVIDOR…

Porque siempre he vendido mi texto al mejor postor.

Y como aquí se trata de subir al escenario a desnudarse… el alma, no se apuren…


Desde muy pequeño tuve mi primer encuentro textual. Yo tenía apenas 14 años y me encontré con la libreta de una vecinita de 16… era una libreta rosita, muy suavecita, que olía a jabón de papaya.

Ella se llamaba Martha, ella se llamaba así, ella se llamaba Martha, se llamaba Martha, se llamaba así.

Y tenía una máquina de escribir preciosa, menudita con unas teclas firmes, que provocaban estar pegado a ellas todo el tiempo.

Yo creo que ahí fue donde me hice adicto al texto.

Recuerdo que todas las tardes iba a su casa y le pegábamos al texto por horas… bueno en realidad por minutos, porque a esa edad se te escurre la tinta muy rápido.

Pero en mi defensa les diré que a esa edad por lo menos se me escurría 5 veces seguidas.


El primer texto por el que me pagaron fue a mis 21 años, en el periódico El Heraldo de México… para conseguir ese trabajo tuve que pagar derecho de piso como todos los del medio lo hacemos.

En mi caso, yo tuve que darle texto gratuito a una señora mucho más grande que yo durante 8 meses… Ella era como una carpeta de esas gordas, de archivo, con un agujerote en medio… de esas carpetas que se cuelgan cuando levantan la bisagra.

Pero eso no era lo peor, lo peor fue que cuando tuve que escribir por primera vez ahí me di cuenta que sus hojas estaban llenas de rayas… estrías pues.

Y parecían hechas de papel picado… por la celulitis, pues.

Pero la verdad es que ella me enseñó el arte del buen texto… Ese pausado, lento, y luego vigoroso para terminar en punto final y no dejarla en suspensivos…


¿Qué quieren? No puedo negarlo: VIVO PENSANDO EN TEXTO TODO EL TIEMPO.

IGUAL QUE USTEDES, NO SE HAGAN.

Es como una deformación profesional.

Sí, como el dentista que cuando platicas con él fuera de su consultorio, nomás está esperando que abras la boca para fijarse si hay algo mal; como el nutriólogo que apenas espera la oportunidad para asestarte un “no te caería mal bajar de peso” o como el proctólogo que nada más espera que te descuides para darte una checadita… y qué molesto; yo no vuelvo a bañarme con uno.

Por cierto, ya me toca revisión… Qué rico… digo, qué rico se hará ese proctólogo.

Y es que yo voy dos veces a la semana para evitar cualquier sospecha…


Así, mis días, mis noches, mis horas transcurren pensando en texto… Y escribiendo…

Aunque cada vez escribo menos de lo que yo quisiera porque acabo de cumplir 50 años…  y… bueno… a los 50 la tinta escasea, escribes una (o “media”) cuartilla y te quedas dormido, y ya no todas las libretas se te antojan para echarles un plumazo.

Y es que, a 28 años de ser un profesional del texto, creo que estoy entrando en crisis.

Tengo un miedo terrible de que, pues a esta edad, la tinta empiece a secarse y que la pluma apenas me dé para un buen tuit, o de perdis un “una publicación en” facebook… y comienzo a extrañar la época en que todo el día era texto, texto, texto… ya fuera en una bonita libreta nueva, bien formadita, de esas de veintitantas hojas, como de taquigrafía, con su espiral firme… sus hojas sin rayar…

Aunque admito que, cuando fue mucha la urgencia, dos o tres veces hasta me atreví a escribir en el papel de estrasa con el que envolvían las tortillas, y no me digan que ustedes nunca se echaron una galleta de animalitos…
Bueno, ya vi que algunos de ustedes SIGUEN COMIENDO GALLETAS DE ANIMALITOS…Tengo amigos que hasta se casaron con sus galletas..

Y nada, que de chavo escribes y escribes y arrojas tinta a lo pendejo, sin pensar que ese texto quedará como testimonio  de una buena lectura… y que tus letras te recomiendan con otras lectoras…

Porque, aunque lo nieguen, las mujeres también hablan con otras mujeres de sus relaciones textuales… “¡¡Ay, Fabiola, no sabes qué rico escribe el hijodevecino, y qué plumota…!!”

Y a mí siempre me han recomendado bien… No por nada mi pluma es como las que usaba Shakespeare… 15 centímetros, punta de diamante. Aunque ya un poco obsoleta… y ya no hay tinteros de esa medida…

Extraño esa época en la que la pluma siempre estaba dispuesta, ya fuera en libretas nuevas, de pocas hojas, con buen forro, o hasta libretas viejas, de esas gordas en las que nadie quiere escribir y tú traías la pluma llena y, pues, chingue a su madre… como decimos los escritores: Un textín rapidín no se le niega a nadie.

Pero en aquel entonces tenía 20, 30…

Porque cuando cumples 50… Te vuelves selectivo. MUY SELECTIVO!

Te inventas que vale más calidad que cantidad, y buscas, afanoso, que el texto que te vas a aventar sorprenda, provoque suspiros, gritos, que emocione… porque a los 50 ya dominas la técnica, te sabes los atajos, usas hasta la doble raya del cuaderno y la cuadrícula grande, y aplicas todos tus trucos… y, aún así, apenas puedes echarte dos textos seguidos…
Bueno, bueno. UNO, pero bien escrito. Con final feliz.


¡Caray! Qué bonitas, las épocas en que era bitextual..

O sea que podía con dos libretas al mismo tiempo…

Porque ése es el sueño de todos: imagínense dos libretas que se juntan, se acomodan una encima de otra, que juegan con tu pluma, que entrelazan sus hojas mientras te miran sonriendo… ¡Uff, mejor no sigo porque se me va a chorrear la tinta frente a ustedes!

Hoy: o escribo en una o leo en otra; a mis 50 ni siquiera puedo voltear a ver una libreta nueva porque ya me están acusando de acoso textual… y eso duele porque… créanlo o no, durante muchos años fui considerado un símbolo textual…

¿Ya se dieron cuenta que sí me dolió cumplir 50?


Pero cumplir 50 tiene sus ventajas. Como darte cuenta de esa doble moral que manejamos toooooodooooooos porque, me queda claro que si hoy se me ocurre mirar de manera lujuriosa a una mujer, no me le acabo y casi-casi hasta voy a dar a la cárcel por acoso.

Como la semana pasada, les juro que por poco le hablan a la patrulla cuando fui a comprar un pinche helado con mi hija, sólo porque me ocurrió lo siguiente:
-¿Cuánto es del helado doble de la niña?
-¿De qué sabor son sus bolas?
-Mta, no sé… MIS BOLAS?
-ES USTED UN VULGAR!!
-Y usted una pendeja...

Pero, claro, ese problema me sucede porque tengo 50 años. Si hubiera tenido 23, cuando yo estaba en mi mero mole, les juro que ella misma me habría dicho: no te apures, yo investigo a qué saben.

Con los años, lo que antes era una gracia, hoy se convierte en una desgracia.

Como cuando me divorcié la primera vez (ey, llevo tres divorcios) y, bueno, estuve varios años soltero; al tiempo, mis cuates me dijeron que entrara a las redes sociales para ligar. Yo me dije: ah, chingá, ligar en las redes sociales? A ver… Entré a una cosa que se llama Twitter, y…OMG, lo que encontré…Me hice amigo” de una rubia europea, despampanante, de esas mujeres que te hacen cometer cualquier locura… a las dos horas de conocernos me dijo:
-Has probado el cyber sex?
-El quéeeee? Le dije
-El sexo por internet… anda, prende tu webcam, y salgamos de esta red…
Y yo, nuevo en esto de usar la computadora, pues le dije que lo intentaría.
Y en chinga me fui por un protector de pantalla. Ah, sí, yo no iba a pescar un pinche virus en mi computadora por andar de caliente…

Y una vez instalado en la webcam le pregunté qué debíamos hacer, y en eso estaba cuando ella comenzó a decirme cosas muy cachondas y, pues uno no es de hule, y comenzamos a decirnos cositas, y ella comenzó a quitarse la ropa… y me pidió que hiciera lo mismo… y en eso estaba, a dos de bajarme el pantalón y dejarle saber quién mandaba, cuando los empleados del Starbucks me sacaron a empujones del lugar…

Pero, bueno, como Pablo Neruda, diré:
“Confieso que he vivido”, y que en estos 50 años he escrito en infinidad de libretas, de hojas sueltas, servilletas, pañuelos; cuadernos nacionales y de importación, y Que hoy estoy donde quiero estar, aquí, ante ustedes, trémulo y ebrio de gozo y trementina, intentando reírme de mi mismo.


martes, 28 de julio de 2015

Del adiós, al no te olvido...

A veces quisiera escribirte, como cuando me leías, y mis letras transformaban nuestro mundo...
Pero pienso... Que mis letras-perros no te ladren; que mis palabras-fauces no te muerdan...
Cada vez, más lejana la fruta; cada vez, más distante el hambre...
Y así te recuerdo: 
Sus letras no eran de autor, pero escribía... Sus piernas no eran fuertes, pero bailaba... y su voz, un desastre, pero cantaba y me encantaba... Sus manos dibujaban en el aire flores, sueños... 
Me gustaban de ti los excesos, y del amor y el odio, prefiero amar al infinito, y del odio, prefiero olvidar.. Cuando no puedo, de tanto odio, recordarte... 
Me gusta la silueta de un árbol en la tarde crepuscular...
Me gusta el sonido del viento entre las ramas, y las hojas al pisar... 
Así eran nuestras pocas tardes, nuestras infinitas y contadas noches; revoltura de deseos reprimidos, de alcohol y tantos besos, tantas veces...
Te dejo, pues, éstas, mis últimas letras para ti... y mi olvido.

viernes, 10 de julio de 2015

Mi noche en el StandUp: debut y ¿despedida?

¡No, no, no, no, no, no,no, no, no, no, no, no, no, no y NO!
Lo mío no es el escenario.
Debo admitirlo: no nací para eso.
Ayer me fue del nabo. Sí, del NA-BO.
Se me cerró la garganta, se me olvidaron mis textos... ¡¡Fue HO-RRI-BLE!!
Pero, ¿saben qué?
La adrenalina que sentí fue exactamente la que, imagino, habría sentido de haberme subido al paracaídas: ¡¡i-gua-li-to!!
¡¡No mames, la emoción!!
Gracias a todos los que fueron, gracias especiales a mis amigos que se subieron al escenario, secundando mi locura: Gil, Susana, Gustavo, gracias.
Gracias a mis maestros Lisi y Jurgan, adorables; es un honor ser su RP y su alumno (¿pasé de panzazo?, jajajaja).
A mi nuevo gran amigo y ser de excepcional generosidad: Alex Herrera. 
Gracias a quienes me acompañaron esa noche a ver cómo me aventaba del paracaídas sin paracaídas (si alguno se me olvida, mil disculpas: estaba ebrio de gozo y trementina... y algo de tequila):
Segura, y mis Gabrielas. Lealtad a prueba de balas. 
Claudia Pacheco, Addis Tuñón (gracias, mil, por tus palabras), Ilse Lazcanooooooooooooooooo de mi amor y a tu marido; Karla Danae (mi'jita, ya estoy listo), Hilda Isa y marido; mi querido Enrique Ortega y mujer; don Rogelio Ramos (cátedra de standup, gracias, gracias, gracias), Gon Curiel (eres lo más, lo más...), Mario Almaguer, Mario Rojas (cabrón, te quiero; gracias por esa sonrisa y ese abrazo al final); Emilio y Ángel (LOS A-DO-RO); mis hermanas Iliana y Gabriela (las amo con locura y les agradezco infinitamente su apoyo incondicional en todos mis aciertos y en todas mis locuras); Ana Verónica (no sabes lo bien que me hace recuperarte en mi vida: te adoro); mis nuevos amigos standoperos Alberto y Julio (tengo tanto que aprenderles!), Paco Colmenero (eres infinitamente un encanto encantador), mi querido y admirado Jorge Mendoza (cabrete, siguen pendientes los tacos)... Pepe Zepeda, no mames, no mames, no mames: increíble, verte ahí, aplaudiendo: te adoro... Arturo Flores, Soraya; gracias, gracias, gracias...
Gabriela Guzman, Alfa, Johnatan: GRACIAS! Los quiero, mil!
Gracias infinitas y especiales a la más popular de la noche: Ximena, que robó cámara y que me hizo más dulce el amargo trago del olvido, cuando me entregó un ramo de flores. Eres, tú, el mejor regalo que me ha dado la vida y siempre, cada paso, cada cosa que hago, tratarán de honrarte.
A mis padres que, donde sea, sé que me vieron.
¡Ay, espero que no se me olvide nadie..!
Si se me olvidó el texto en el escenario, jajajaja...
Pero, ¿qué creen? 
Como Shwarzzeneger: I'll be back.
Esta espinita no se me queda atorada.
Regresaré y lo haré mejor, porque quiero y se me da la gana.
LOS AMO, DE AMAR-AMOR; ASÍ DE LINDO SOY.

jueves, 2 de julio de 2015

Mis 3 encuentros con Jacobo Zabludovsky

Tuve pocas oportunidades de coincidir y conocer a Jacobo Zabludovsky.
Una, la primera, en 1989, justo el día en que falleció mi abuela materna Pina, y yo había esperado ansioso esa entrevista con JZ para El Heraldo de México. Y no, no fui al velorio ni a los funerales de mi abuela, por atender mi trabajo.
Fue una entrevista larga, como de una hora, y recuerdo perfecto cuando Jacobo encendía su terminal de computadora para decirme: "mira la maravilla de la tecnología: toda la información del mundo, en esta pantalla".
Se trataba de una computadora de esas viejas (moderna en aquel entonces, se sobre entiende), donde solo había texto en verde, y el cursor era un cuadrito parpadeante. Todos los cables, que antes llegaban por teletipo, estaban ahí.
De esa entrevista y su publicación, recuerdo, don Jacobo invitó a comer a mi jefe para agradecerle el espacio, y a mí me envió una carta dándome las gracias "por tan excelente entrevista, escrita con cariño y admiración inmerecidos", recuerdo perfectamente.
Y es que, la verdad, muy rojillo y muy lo que quieran, yo acababa de salir de la UNAM y no tenía más que admiración por el periodista, sin importar lo que de Televisa siempre hemos dicho a nivel escuela y a nivel personal y mi entrevista fue, a decir verdad, un panegírico exacerbado hacia la labor del maestro.
Y es que, las cosas que me hicieron ser periodista son: las crónicas de Jacobo Zabludovsky, las entrevistas de Ricardo Rocha, el libro "Crónica de una muerte anunciada", la película “El ciudadano Kane”, las columnas de Leopoldo Meraz “El Reportero COR” (“El fabricante de estrellas”, que publicaba en El Universal”) y mis infinitas tardes leyendo el Excélsior de los años 70’s y 80’s.
Al paso del tiempo, llegué a ser jefe de prensa de Televisa. Y recuerdo que don Jacobo me llamó una tarde para citarme en su oficina en Chapultepec, a la cual acudí de inmediato.
“Víctor Hugo, me darán el reconocimiento de la Legión Francesa, y quiero que me ayude a darle difusión, que enviemos un boletín y lo que usted sugiera que deba hacerse”, dijo, tajante, lacónico.
Hicimos lo que se debe en esos casos: boletín, entrevistas, cobertura del reconocimiento, y a los pocos días envió a mi oficina una carta: “gracias por su cariñoso apoyo”.
Él sabía que yo era fan, me queda claro. Porque, puedo asegurarlo, para muchos de mis colegas de esa época, encontrarse con Jacobo era como para los fans de Luis Miguel: era ver a su máxima estrella. Y me disculparán quienes digan lo contrario. Éramos fans de esos periodistas, sin importar todo lo que de ellos se dijo y se sigue diciendo.
La tercera ocasión, tiene su propia historia.
Tan buena chamba les hice en Televisa, que en más de una ocasión reconcilié los intereses de la empresa con los intereses editoriales de otras, y en una ocasión junté a tres ejecutivos de alto pedorraje  (cuyos nombres omitiré para no meterme en pedos innecesarios), con un alto director editorial de un diario de circulación nacional (cuyo nombre y medio también omitiré, por las mismas causas) en una comida que tuvo sus graves consecuencias.
Yo no asistí a esa comida, per o a las pocas horas supe lo que en ella había ocurrido: como una muestras de las ganas de “colaborar” con ese medio, los tres tristes tigres habían pactado con aquel un intercambio informativo: la salida de Abraham Zabludovsky de Televisa, tomando como pretexto los sucios y puercos nexos de AZ con los dirigentes de Ruta 100.
A las 21.00 horas de ese día, el teléfono de mi oficina en Televisa sonó. Era uno de mis jefes. “Estamos en casa de uno de los dueños de Televisa –no lo dijo así, obviamente-, y pasó esto… No sabemos si aquel cuate –el director editorial de un diario de circulación nacional- nos vaya a balconear; le dimos esa nota y ahora estamos cagados de miedo que vaya a publicar nuestros nombres”.
Se escuchaba literalmente angustiado. Y pedo. Y angustiado. Y muy pedo.
“Ayúdanos; el jefe te recompensará”, dijo.
“Necesitamos saber si en la noticia saldrá mañana en la portada del diario”, dijo y colgó.
  Afanoso, y sin importar lo complicado del encargo, indagué y luego de tres llamadas de “¿ya sabes algo?”, pude darle la noticia:
“Sí, la nota es LA PORTADA de mañana en ese diario”.
“Vientos, Víctor Hugo… ahora necesitamos que consigas LA NOTA”.
Casi a la media noche, y luego de hablar con muchas personas, muchos contactos y amigos que, al tiempo, pagaron caro su  ayuda a este jefe de prensa, no sólo supe qué decía la nota. ¡TUVE UNA COPIA DE LA NOTA!   La mandé por fax a casa de uno de los dueños de Televisa y, cabe decir, fui el héroe de la noche.
Esa nota desencadenó el despido de Abraham y, al poco tiempo,  la solidaria renuncia de Jacobo a Televisa, lo cual provocó que por tercera ocasión me juntara y reuniera con él en su oficina de Chapultepec.
El tema: su salida de la empresa.
Y la historia que todos saben. Una fiesta, un desfile impresionante de artistas, empleados, periodistas externos, que despidieron al gran Jacobo cuando, al aire, él le dijo a Guillermo Ortega Ruiz, cuando aquel quiso ser grandilocuente al decirle “Nos deja una silla enorme qué llenar”, la frase lapidaria: “Tendrás el éxito que te mereces”.
Al tiempo, y a la llegada de Emilio Azcárraga Jean, aquel grupo de ejecutivos que se quejaban de la nula credibilidad de Jacobo al frente de los noticieros de la empresa, construyeron exactamente lo mismo. Pero, bueno, ésa es otra historia.

Descanse en paz, Jacobo Zabludovsky.

jueves, 25 de junio de 2015

Mis 50 años: la dicha y la gloria de ser un Fénix, siempre.

Alguien me sugirió que, a punto de cumplir 50 años, hiciera mi lista de las cosas que me falta por hacer, que quisiera hacer y que no he hecho.
Sonaba divertido, pero en verdad creo que el asunto está hacer el recuento de las cosas que sí he logrado, las que he realizado, los sueños alcanzados en este medio siglo.
Y no, no aburriré al querido lector con una retahíla infumable de eventos.
Seré breve, hasta eso:
1.- Infancia feliz. Con algunas carencias que, al final, me hacen ser el trabajador apasionado de lo que hago.
2.- Padres maravillosos, hermanas increíbles.
3.- He amado, me han amado. He sido y sigo siendo infinitamente afortunado con las mujeres.
4.- He reído toneladas de veces. Válgase la expresión.
5.- He tenido amigos entrañables, y muchos. Yo tendría que ser marciano para contar a mis amigos con los dedos de muchas manos.
6.- Encontré el trabajo, profesión, oficio que amo: el periodismo y su variante de las Relaciones Públicas. Es como mi juego de niño: aunque me llamen a comer o a meterme porque llueve, siempre querré seguir jugando "un ratito más!".
7.- Ya escribí varios libros. Unos, a pedido; no aparezco yo como el autor, pero son míos.
8.- Sembré árboles y hortalizas.
9.- Tengo una hija que amo con el amor más profundo del mundo, el más honesto, el más sincero y el más entregado.
10.- He trabajado para empresas muy importantes, especialmente la mía: HijodevecinoRP.
11.- He comido con Dios y he desayunado con el Diablo. Y prefiero cenar conmigo mismo.
12.- De mis infiernos, prefiero ese donde me quemo de amor por una mujer.
13.- Entré y salí de las drogas.
14.- Recuperé la vista, luego de estar tuerto 5 años.
15.- Conocí el Contranalisis de Leonardo Stemberg y sí, créanlo o no, soy feliz 24/7/365. Mi felicidad no es euforia, sino una paz interior que nadie ni nada derriba.
16.- Soy un consentido de Dios. Somos cuates, y hemos hablado varias veces. Quienes de verdad me conocen, saben de esos episodios.
Y es así, que resumo mis días y las cosas que verdaderamente tienen relevancia en mi vida.
Y hoy, justo hoy y mañana, justo mañana, pasaré mi fiesta trabajando porque, algo de inmadurez y pendejada hay en mi, cuando siento que es "de buena suerte" atravesar el ciclo trabajando.

Sean dichosos, ternurines de luz de foco ahorrador.

lunes, 15 de junio de 2015

Las últimas 10 cosas que nadie sabe de mi.

Día 3.
Otras 10 cosas que no saben de mi.
1.- Me caga el futbol. Mi papá fue portero del Cruz Azul en 2a división y su deseo de que el hijo le saliera futbolero no, pues no. A los 5 años me llevaban a los partidos América-Guadalajara y me quedaba dormido. A los 8 años me compraron mi maleta, mi playera y todo el outfit; me llevaron a un partido, me metieron a jugar, me llegó el balón, disparé y... autogol. Un coscorrón del entrenador, delante de todos los niños y los papás, incluyendo el mío, me hicieron odiar este deporte.
2.- Tuve mi primera novia fue a los 10 años; ella tenía 15.
3.- Mi primer cigarro lo fumé a los 10 años; sí, con la novia de 15.
4.- Mi primer acercamiento al amortz fue a los 10 años; sí, con la novia de 15. Bendito Dios, en aquel entonces nadie se escandalizaba y puedo asegurar que no me traumé ni nada.
5.- Siempre fue nerd: mis promedios: primaria: 10, secundaria, 9.8; preparatoria, 9.8; universidad, 9.26.
6.- Odio correr, pero durante 13 años consecutivos corrí 10 kilómetros diarios para bajar de peso, primero y, leugo, para no subir y mantenerme. Tras una operación de ojos, con bisturí aún, me prohibieron correr 8 meses y, nada, como Forrest Gump, me cansé.
7.- Estuve tuerto 5 años. Luego, gracias a la intervención de mi muy querida amiga Vrendy Karina Monroy Carrillo​, la Fundación Televisa me mandó a la Fundeación Devlyn, donde la inolvidable oftalmóloga Maru me operó y aquí sigo, con córnea prestada.
8.- No como tacos de tripas, ojo y cabeza. No los he probado, pero no se me antojan nada.
9.- Desde hace 30 años, mi desayuno es Coca-Cola y cigarros. Mal hábito. Pésimo.
10.- Odio a los que alimentan a sus perros y gatos con "alimento para perros y gatos" con el argumento de que "eso es lo que deben comer; contiene todo lo que necesitan".
Si Dios quisiera que comieran Purina, las vacas cagarían Purina; si Dios hubiese querido que eso fuera su alimento, los árboles darían por fruto latitas de Whiskas.
Creo que ya terminé.
Gracias, Isa Salas​ por nominarme, aunque nunca leyó mis Muros; gracias a Diana Alarcon​, que también me nominó y sí leyó mis Muros.

domingo, 14 de junio de 2015

Miedo, una razón para subirse al StandUp.

¿Por qué quiero subirme al StandUp?
Quizá por las mismas razones que NO quiero subirme a hacerlo:
Miedo a salirme de una zona de confort donde, bien o mal, soy alguien: el mejor RP, el periodista, el chistoso del facebook, el enamorado-del-amor, el papá-buena-onda-de-Ximena...
Miedo a quedarme en esa zona de confort.
Y ese mismo miedo, no sé, qué quieren, así funciona esta cabecita loca, es el que ahora me impulsa a moverme, a dar un paso, a saltar del bungee, del paracaídas.
¿Por qué?
Porque a mis (casi) 50 años sigo buscando retos, nuevos escenarios, nuevos juegos.
Mis compañeros del taller, amigos míos muy queridos y admirados todos, somos periodistas 24/7/365. Vivimos por y para la letra, la palabra escrita, hablada; ese es nuestro motivo diario.
Y somos unos chingones, sí. Y poco humildes. Bueno, hablaré por mi.
Domino el castellano como pocos. La coma, la tilde, la pausa, la letra, todo siempre está bajo control. Sí. ¿Y?
¿Para qué quise dominar estas reglas? Para romperlas, para jugar con ellas. Y hacer de mi día a día, algo divertido, un juego que no se acabe y que no me aburra.
Y así llevo 28 años, jugando día a día, y creo que, al fin, llegó el momento de saltar, de hacer acrobacias, de jugármela, de ir por más.
¿Qué más? No lo sé.
Sólo sé que hace mucho no sentía el nervio y el miedo que estoy sintiendo, porque además de exponerme, desnudarme frente a muchos (en sentido figurado), me estoy retando a cambiar la zona de confort por una nueva cancha que no conozco, en la que hay verdaderos tiburones de la comedia, verdaderos ases del StandUp y, qué caray, si los periodistas somos bien entrones a los juegos rudos. Y éste, créanme, lo es y lo será.
No se trata de "likes" en este Muro; no. No se trata de "jajajases" de mis amigos, de mi familia. Se trata de probar el texto y la pericia para leer-decir ante otras audiencias.
Y como somos (otra vez: soy, soy, soy) bien ególatras, pues nos gusta que nos lean de principio a fin; ahora el reto será que nos escuchen de principio a fin y que se rían, además.
Es como si de repente un jugador de futbol quisiera jugar basketball, o un boxeador quisiera correr un auto... Adrenalina, pues.
Pero como soy bien azotado y atormentado, pues me fustigo, no me dejo, y leo y leo y vuelvo a leer mi texto y lo pulo, le quito, le pongo, lo tiro, lo rescato y lo vuelvo a leer y no, créanme, no termino de estar contento.
Acabo de tener una llamada con una colega que admiro y respeto profundamente, además que la quiero a morir, que quedará grabada en mi memoria afectiva por muchos años. Gracias, Susana Heredia Tejeda​, porque compartimos la misma emoción, el mismo miedo, la misma adrenalina. Eso quiere decir, Su, que estamos haciendo lo correcto: retarnos, como siempre, una vez más.
Somos así de intensos, y este tipo de acciones nos hace sentir vivos, más que siempre.
Y estoy seguro que Gustavo Adolfo Infante​ y Gil Barrera​ deben sentir el mismo compromiso de estar juntos en este barco que, señores, está zarpando.

Otras 10 cosas que no saben de mi.

Ni pedo.
No me reten a escribir, porque me descoso.
Ok. Segundo día del reto "10 cosas que no saben de mi".
1.- Sé cocinar. Y, no es por intrigar, ufff... También sé lavar, planchar, pegar botones, gracias a mi abuela Lidia, que me enseñó.
2.- No tengo días favoritos. Sol, lluvia, nieve, lo que sea, si estoy vivo, ya chingué y lo disfruto.
3.- Soy bien neuras con algunas cosas. La gente que no deja salir en los elevadores, antes de subirse, o esos que oprimen todos los botones a ver en cuál se bajan. Podría zapearlos.
4.- Odio conducir vehículos automotores en la Ciudad de México.
5.- Me caga que en las tiendas, al llegar a las cajas, me pregunten: "¿de casualidad tendrás 20 pesos?" NO! No es una casualidad que lleve dinero! Voy a pagar!
6.- A la única mujer que le aguanto que se pruebe ropa durante horas y horas es a Ximena.
7.- Soy fiel: a una pareja, a mis ideales, a mis causas.
8.- Prefiero el tinto, al tequila, y ando coqueteando con el mezcal.
9.- Me pongo muy malito de mi aburrimiento cuando no trabajo.
10.- Me dan ganas de atropellar a los bicicletos y motonetos impertinentes, esos que se creen de hule y van por la vida arriesgándose y arriesgando a otros. Lo bueno es que no tengo auto y entonces no lo hago.
Bueno, Ximena ya eligió el vestido verde ("sí, sí, sí, amor, te ves hermosa, pero ya vámonos!").
Cómper.

sábado, 13 de junio de 2015

10 cosas que nadie sabe de mi...

Hay un juego en Facebook, que te reta a contar cosas que nadie sabe de ti.
Bueno, acepté el reto, y he aquí, las primeras diez que, seguramente se suman a miles de cosas que sí saben de mi, y que seguramente les valen madres, pero tengo insomnio y quise entretenerme.
1.- Mi felicidad es 24/7/365. Entendiendo la felicidad no como un estado de euforia, sino de paz interior. Algunos rezan, diciendo "hágase tu voluntad y no, la mía".
2.- Extraño a mis padres, a mis abuelos. No imaginan cuánto. No sufro su ausencia, esa la entiendo, pero a veces me gustaría, no sé, escuchar sus consejos, sus historias, comer con ellos.
3.- Considero a todos mis colegas como a mi familia. He tenido buenos padres sustitutos, buenos tíos, y chingos de primos y primas que veo más que a mi familia de sangre.
4.- Me gustaría casarme por tercera vez. Nací, crecí en una familia que comía todas las tardes, veían la tv y estaban juntos, en toda circunstancia. Quisiera tener una familia propia. Como la D'Alessio, lo intentaré hasta que me salga.
5.- Soy sumamente egoísta, entendiendo el egoísmo como un asunto natural de supervivencia: primero yo, luego yo, y al final: yo. Si no estoy bien conmigo, no puedo estar bien con nadie.
6.- Nunca leí "100 años de soledad". Me da flojera. Leí otras cosas de García Márquez que, incluso, avivaron mi espíritu de periodista.
7.- No leo libros. Dejé de hacerlo hace mucho tiempo. Contrario a esa cultura que impulsa la lectura y la compra de libros, igual que la de loa música, que es una industria que promueve intereses particulares; que se editan libros y discos y se crean figuras estelares de estos ámbitos, siguiendo el gusto de quienes dirigen las empresas editoriales y musicales.
8.- No tomo agua. Dejó de gustarme hace mucho. Ya sé: es un mal hábito. Y el que esté libre de pecados, que se largue al carajo.
9.- Tener sueño y ganas de cagar, y no poder satisfacer esas demandas naturales de mi cuerpo, me pone de pésimo humor.
10.- Soy muy tímido.

miércoles, 3 de junio de 2015

De lo que acaba de ocurrirme en un desayuno... triste, muy triste...

Ayer organicé un desayuno de prensa para Lisi Esnaurrizar, exitosa mujer, escritora, standopera y no creerán lo que ocurrió.
Siempre he creído que en una reunión de este tipo, el periodista tiene un mejor acercamiento con el artista porque transcurren dos horas (a veces más) de una charla amena, enriquecedora y que, más allá de la nota, hay un conocimiento mutuo de ambas entidades... En fin.
El asunto es que, estábamos en el café, ya por terminar el evento, cuando de una mesa lejana se levanta un señor, se acerca a mi y...
-Hola, ¿te acuerdas de mi?
-Mmmmmm, sí, te he visto en alguna ocasión, pero no me sé tu nombre; es decir, no te conozco.
-Soy Fulano de Tal, y trabajo en el blog "Rayos y centellas de la Galaxia muy, muy, muy lejana, cerca de la constelación de acuario".
-Mmmmmm.... oqueeeeeei... Y?
-Nada, que ya tenemos que irnos; somos tres personas, pero ya desayunamos en la otra mesa.
-Ah, pues buen provecho.
-No, no, es que pues venimos al desayuno de prensa, pero no quisimos interrumpir, pero ya tenemos que irnos...
-Es que... yo no los invité a ustedes; sé perfectamente a quiénes invité y, perdón, pero ¿son tres personas de un blog?
Bueno, engendré en "Flash" y acudí con la mesera para explicarle que esa mesa, justo esos tres, no eran mis invitados.
Y como en las películas donde el personaje se mueve en cámara lenta, la mesera y el capitán del restaurante alzaron sus bracitos al grito de "noooooooooo!" cuando aquellos tres, emprendieron las graciosa y veloz (muy veloz) huída.
Cuando hicieron la cuenta del desayuno DE TRES PERSONAS me fui de nalgas (bueno, no, ni tengo, pero me fui): 814 pesos!!!
No me sé sus nombres, pero si los vuelvo a ver (porque son de estos caza-eventos), les tomaré fotos y las publicaré para que no los dejen entrar a sus conferencias.
Tan, tarán, tan-tan!

lunes, 27 de abril de 2015

Toda consulta causa honorarios...

-Bueno, ¿Víctor Hugo?
-Hola; soy yo.
-Me dijeron que eres muy bueno en eso de hacer Erre Pé con cantantes y actores?
-Gracias; sí, lo soy.
-Yo soy médico, y tengo un hijo que acaba de grabar su primer disco, y andamos buscando quién nos ayude en hacer prensa, radio y TV.
-Encantado, y agradezco que me busquen. Dame un mail y te mando una propuesta de trabajo.
-Pero yo quisiera invitarte a comer o desayunar para que me platiques cómo trabajas.
-Claro, cuando quieras; sólo te aclaro que te cobraré la comida o el desayuno.
-¿Cómo? Yo te invito, yo pago, pues.
-Sí, sí, eso me queda claro. Pero yo te cobro la consulta, pues; aparte de que pagues la comida, me refiero.
-No entiendo...
-Es simple: eres médico, ¿cierto? Si yo voy contigo porque me duele la panza, pues me cobras la consulta, y ya determino yo si me atiendo contigo o no. Más simple: si vas con un abogado, te cobra la consulta; si vas con el mecánico, te cobra la consulta, arregles o no tu automóvil con él. Y, la ventaja, es que si me contratas, pues te descuento lo de la consulta.
-Y, ¿cuánto es de consulta contigo?
-Mil pesos, la hora. Por eso te digo que te mando un mail, y sobre el mail podemos ir trabajando.
-No, pues me parece un abuso de tu parte.
-Lo mismo pienso, si me haces salir de mi oficina, trasladarme, que te suelte la sopa de cómo se hace este trabajo en el caso de cantantes que apenas van a sacar su primer disco, y yo tenga que invertirle dos horas para ver si a la mera hora decides contratarme.
-Pi, pi, pi, pi, pi...
Sí, colgó. Ni siquiera dijo gracias ni adiós.
Y me pregunto: ¿por qué demonios creen que con una comida o un desayuno pueden pagar mi tiempo y mi experiencia?

martes, 7 de abril de 2015

Los 10 mandamientos del RP, según Hijodevecino

1.- Amarás al proyecto por sobre todas las cosas.
2.- No dirás el nombre del cliente en vano
3.- Santificarás las fiestas (del cliente).
4.- Honrarás a tu cliente y a tu agencia.
5.- No matarás (por una publicación, a menos que sea estrictamente necesario).
6.- No cometerás actos impuros (a menos que el cliente lo pida y la paga y la publicación lo justifique).
7.- No robarás (a menos que la competencia tenga una excelente y mejor idea que la tuya).
8.- No dirás falso testimonio ni mentirás (a menos que te den la portada de la revista).
9.- No consentirás pensamientos ni deseos impuros (con la excepción de que estás tratando de convencer al medio de que, la tuya, sea la nota principal).
10.- No codiciarás los bienes ajenos (pero se vale que el cliente te haga un excelente regalo por tu desempeño).
Del "Muy nuevo testamento de HijodevecinoRP".

sábado, 4 de abril de 2015

Ximena y sus favoritos (o cómo reprobar un simple test).

Ahora resulta...
Ximena me hizo un examen ("un quizz, papá; un quizz!", reclama) para saber cuánto la conozco...
Su canción favorita.
Su libro favorito.
Su comida favorita.
Sus-no-sé-qué-más favoritos.
Todos-sus-favoritos.
Como 10 preguntas.
Respuestas del "quizz" eran de opción múltiple.
Chale.
Sí, adivinaron:
Bueno, pues resulta que, según su "quizz", conozco a Ximena un 40%.
En mi defensa, diré que los hombres somos menos complicados; tenemos muy definidos nuestros Favoritos:
Comida: tacos.
Canción: la que ella canta, que no sé cómo se llama ni quién la interpreta originalmente, pero me gusta cuando ella la canta.
Libro: ninguno, he perdido el gusto por los libros.
¿Ven? Soy tan simple que cualquiera que, sin conocerme en verdad, al menos me haya leído un par de veces, sabe cuáles son mis favoritos: trabajar, ser papá, escribir, reírme como un loco, enamorarme cada dos horas, comer y párenle de contar.
Pero, no, no hay excusa que anime a esta pequeña que, aunque no lo dice, anda como "sentidita" porque ella creyó que yo sabría todo de sus gustos y aficiones.
Bueno, siguiendo la tradición de estos desencuentros, nos iremos a comprarle algo: zapatos, ropa, libros y seguro se contentará, como suelen contentarse todas las mujeres que han cruzado mi calle.
Así que, ya saben, si sus hijos les mandan un "quizz" no lo respondan. Es una trampa.

sábado, 14 de marzo de 2015

Ximena entrará a la universidad y yo me convertiré en monje...

Éste será mi último comentario festivo, festejoso, pues.
Desde hoy, es decir: a partir de hoy me convertiré en monje cartujo; renunciaré a todos los placeres mundanos, abandonaré mi sibarito modo de vida, me despediré de comidas, cenas, tragos; es más, hasta los amores de ocasión serán ocasión, pero de un adiós.
Desde hoy; es decir: a partir de hoy comeré raíces, yerbas silvestres y sólo beberé agua.
Me bañaré una vez por semana para ahorrar agua, gas y shampoo.
Tendré un cel, pero de esos del Oxxo que no tienen plan de datos y, nada, que limitaré mi existencia casi-casi a respirar...
Durante las noches, meditaré, a la luz de las velas, para ahorrar energía eléctrica...
Y trabajaré de sol a sombra (más, aún más de la vehemencia y ahínco con la que suelo trabajar todos los días) porque, maigos, Ximenita dijo que sí, que el TEC, que todo ok y así, y luego de informarme de los costos que tendrá su educación en dicha institución... bueno, migraña, diarrea y hasta ganas de usar el seguro contra orfandad que cubrirá mi cuota semestral.
Así que si me ven desaliñado, ojeroso, serio más que de costumbre, ya sabrán las causas y no pregunten más.
Ya lo dije todo.
Yupi. El TEC. Yupi. Sí, así.

jueves, 26 de febrero de 2015

Por qué dejé de trabajar con Ricardo Arjona

 FUI EL PRIMER JEFE DE PRENSA DE RICARDO ARJONA!! 
Dejé de trabajar con él cuando me preguntó: 
"Oye, nunca me has dicho si te gusta mi música",
Respondí: es verdad, nunca te lo he dicho.
- "Y, bien? Te gusta?", 
Y de mi ronco pecho salió un Mmmmmmmm del alma, como queriendo evadir y le dije:
- del disco "Animal nocturno" me gusta, y mucho, "Mensaje en una botella"...
- "Que no es mía, es de Jim Croché"...
- Por eso... por eso me gusta, rematé como quien mete un gol de chilena.
 Claro, al otro día dejé de trabajar con él.
 Esta historia es real y para su redacciónn no se lastimó a ningún animal.