Relatos breves (a veces)de alguien que, confiesa, también ha vivido, ha muerto y ha vuelto a nacer en múltiples ocasiones. Un Fénix que resurge constantemente de sus cenizas.
jueves, 11 de octubre de 2012
He bajado 8 kilos en mes y medio. Mi dieta ¿milagrosa?
Desde adolescente tuve que enfrentar problemas de sobrepeso. Siempre he sido muy tragón. Qué le puedo hacer, si me encanta la comida.
De niño, pues hacía ejercicio, corría, saltaba, y me mantenía en buena forma, y al llegar la adolescencia, justo a los 15 años, ingresé a la Preparatoria Agrícola de Chapingo y ahí fue el desbarajuste alimenticio: en un año subí 20 kilos. Y es que esa escuela era para chavos que se levantaban a ordeñar vacas, a cortar leña, a sembrar grandes terrenos… y la comida correspondía, pues, al ejercicio: desayuno, comida y cena incluían guisados, sopas, arroz, frijoles, pan, tortillas… 3 veces al día!
Así, en mi adolescencia comencé a tragar como si el mundo fuera a terminarse, y en dos años, ya estaba yo con 36 kilos de más.
Un buen día hice lo que todo gordo debe hacer: cerrar la boca al pan (ya para entonces me zampaba 3 paquetes de pan Bimbo al día, con 6 comidas completas), al refresco, y comencé a hacer ejercicio. A los 17 años, bajé esos 36 kilos en casi 8 meses, y logré llegar a 10 kilómetros diarios de ejercicio, lo que me permitía seguir comiendo en abundancia, pero sin subir de peso.
Desde entonces y durante los siguientes 11 años, corrí, corrí cual Forrest Gump TODOS LOS SANTOS DÍAS, TODOS! 10 kilómetros diarios!
Así me mantuve hasta los 26 años, cuando por una operación en el ojo tuve que detener el ejercicio casi un año y cuando quise regresar, oh, MY God, ya me daba mucha flojera y no lo hice. Y como mi metabolismo estaba acelerado, supongo, tardé 3 años en subir de peso, y fue paulatino, y la gente te dice: no te ves gordo, y uno, vaquetón, pues se confía y yo, en mi caso, seguí tragando.
Hace poco cumplí 47 años, y luego de un bajón de 20 kilos en el período 2009 al 2010, me casé y me confié y volví a tragar… de esos 20 kilos, recuperé 8, que son justos los que acabo de bajar.
No estoy en mi peso ideal, la verdad, pero bajar esos 8 kilos era el problema. Ahora, ya en confianza, voy por 6 más, y espero estar en un peso de 75 kilos, aprox, que creo que va con mi edad, estatura y complexión.
Y, si vieran qué fácil fue bajar esos 8 kilos, no me lo creerían:
Tragón que soy, taquero que suelo ser, mis idas a los tacos no eran de 5, sino de 15 de suadero, o 189 de lengua, así de simple. Qué hice? Bajé mi ingesta a la mitad.
Si me comía 15 tacos, le bajé a 8/7, y así con todo. Toda la comida fue reducida a la mitad, y en una semana pude ver los cambios drásticos en la ropa, en el malestar de sentirme hinchado, abotagado.
De ahí me dije: quiero desintoxicarme de carne roja.
Y que le meto a la verdura, al pollo cocido, sin dejar los tacos.
Y ahí les va, pues, la dieta:
1ª semana: reducir todo lo que comes, a la mitad; no dejes nada de lo que te gusta; con el simple hecho de tragarte la mitad de los pastelitos que te gustan, créeme, bajarás. Pero hazlo. Mitad. Mitad. Si te tragas una piazza entera; cómete la mitad; si te tragas un pastel completo, éntrale a la mitad. En una semana, lo juro, ves cambios.
2ª semana:
Desayuno: dos tazas de café con leche light, endulzados con Splenda y 7 (siete, no setenta) galletas María
Comida: champiñones guisados con Pam; Huitlaciohe guisado con Pam; brócoli guisada con cebolla, chile verde y queso panela (meter al horno; queda deliciosa) 5 tacos atascados del guisado de verduras. 5 tacotes de pura verdura.
Cena: 2 tacos de lo mismo, y una taza de café con leche.
3ª semana
Mismo desayuno
Comida: sopa de apio, sopa de verdura abundante, atascarte de sopa hasta reventar. Media pechuga de pollo cocido, sin piel, desmanuzarla en la sopa, o comerla así, o guisada en cebolla y jitomate con Pam, y hacerte 3 tacos. TRES.
Cena: sopa de verdura, sopa de apio, nopales asados con queso panela.
4ª semana
Mismo desayuno
Comida: champiñones o brócoli o sopa de verdura, y atún guisado con cebolla y jitomate, 4 tacos enormes, inmensos.
Cena: sopa de verdura ABUNDANTE.
5ª semana
Mismo desayuno
Misma comida
Misma cena
Eventualmente, no se crean, me he ido a los tacos de suadero, de carnitas, he ido a restaurantes y he comido lo que he querido, pero, oh, sorpresa, ya no me acabo todo; mi estómago se ha reducido y ya no me caben las mismas cantidades de comida.
Así llevo 6 semanas, y he bajado 8 kilos. No he sacrificado nada, nada en absoluto. Sólo le busqué el sabor y disfracé la verdura y no he dejado mis adorados tacos, y eventualmente me doy un pecadillo alimenticio.
Pero lo que me significa ponerme ropa que no me quedaba, sentirme ligero, créanme, tiene un alto impacto en la autoestima, en las ganas de seguir haciendo cosas por mi salud y mi amor propio.
Voy por más, y ya comencé a hacer ejercicio, otra vez, y ésta, espero no boicotearme.
He vuelto a encontrar el punto de saciedad en el que yo identifico plenamente que ya estoy satisfecho, que lo demás es gula, y me detengo. Claro que aún quiero tragarme los 15 tacos, pero me contengo y pienso: me hago pendejo o de verdad quiero bajar de peso?
Y eso, créanme, me ha ayudado a mantenerme en el intento de sentirme bien, de verme bien.
OJO: Esta dieta no ha sido supervisada por ningún médico ni nutriólogo especialista. Si quieres seguirla, consulta a un especialista. Yo creo que está balanceada, pero no soy experto en estas lides.
domingo, 7 de octubre de 2012
Volver a sentir mariposas en la panza
Desperté a su lado; apenas ella había abierto los ojos cuando yo, embelesado, la contemplaba de piez a cabeza, desnuda, toda blanca de piel, toda azul en emociones, y con un brillo especial en la mirada que me hizo pensar, dudar, creer, que me había vuelto a enamorar tras aquella noche de pasiones y de besos, de tintos y tinturas, de pan, queso, amor, pasión y deseo infinito... SE LOS JURO!! De inmediato sentí algo que NUNCA antes había sentido en toda mi entera vida: eso que llaman mariposas en la panza... ya saben? Ruiditos, sensaciones de bichitos en la cavidad abdominal, y me dije: HEY, SEÑORES, ME HE VUELTO A ENAMORAR!!!!!! Pero todo se desvaneció en tres segundos; las pinches mariposas me hicieron correr al baño, dede muy temprano, y casi no he salido de ahí; las mariposas no eran tales, sino un maldito queso que comí enmohecido y que me hizo estragos en la panza. Ella? Ella se fue, sin decir adiós, aventándome un frasco de Pepto Bismol como despedida, como un final rosa para mi domingo 7 de octubre.
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