Ayer organicé un desayuno de prensa para Lisi Esnaurrizar, exitosa mujer, escritora, standopera y no creerán lo que ocurrió.
Siempre he creído que en una reunión de este tipo, el periodista tiene un mejor acercamiento con el artista porque transcurren dos horas (a veces más) de una charla amena, enriquecedora y que, más allá de la nota, hay un conocimiento mutuo de ambas entidades... En fin.
El asunto es que, estábamos en el café, ya por terminar el evento, cuando de una mesa lejana se levanta un señor, se acerca a mi y...
-Hola, ¿te acuerdas de mi?
-Mmmmmm, sí, te he visto en alguna ocasión, pero no me sé tu nombre; es decir, no te conozco.
-Soy Fulano de Tal, y trabajo en el blog "Rayos y centellas de la Galaxia muy, muy, muy lejana, cerca de la constelación de acuario".
-Mmmmmm.... oqueeeeeei... Y?
-Nada, que ya tenemos que irnos; somos tres personas, pero ya desayunamos en la otra mesa.
-Ah, pues buen provecho.
-No, no, es que pues venimos al desayuno de prensa, pero no quisimos interrumpir, pero ya tenemos que irnos...
-Es que... yo no los invité a ustedes; sé perfectamente a quiénes invité y, perdón, pero ¿son tres personas de un blog?
Bueno, engendré en "Flash" y acudí con la mesera para explicarle que esa mesa, justo esos tres, no eran mis invitados.
Y como en las películas donde el personaje se mueve en cámara lenta, la mesera y el capitán del restaurante alzaron sus bracitos al grito de "noooooooooo!" cuando aquellos tres, emprendieron las graciosa y veloz (muy veloz) huída.
Cuando hicieron la cuenta del desayuno DE TRES PERSONAS me fui de nalgas (bueno, no, ni tengo, pero me fui): 814 pesos!!!
No me sé sus nombres, pero si los vuelvo a ver (porque son de estos caza-eventos), les tomaré fotos y las publicaré para que no los dejen entrar a sus conferencias.
Tan, tarán, tan-tan!