Ayer te vi, después de tantos meses ausentes...
Como si hubiera transcurrido un siglo, o un instante, apenas.
Mirarte así, como si mira aquello que nos parece extraordinario, único, maravilloso.
Fue darme cuenta que, por más que haya intentado, no te olvido.
Siempre estás, siempre has estado.
Verte, tan cerca, fue acercarme al abismo de tu infinita belleza, de tu infinita virtud.
Tantas emociones, tantos recuerdos; porque, para mí, el "tú y yo" tiene un significado especial, único; el "nosotros", una fortaleza que inspira, que crece y no cesa.
Admitir fascinación es, apenas, acercarme a lo que me provocas, lo que me haces sentir: poderoso y vulnerable al mismo tiempo.
Y, admito: no has cambiado nada; acaso, te vi mejor que nunca.
Pero (el "pero" que siempre aparece) lo nuestro no podrá ser más... jamás. Al menos no en este momento.
Como otras tantas veces, saldré huyendo, porque sé que contigo no puedo gobernarme y pierdo el control de lo que soy y lo que he sido y ya no quiero estar bajo tu suave yugo.
No puedo.
No quiero.
No debo.
Una vez más te dejaré en libertad, porque esclavizarme ante tu simple aroma no puedo.
Aunque estemos destinados a ser, ya no seremos.
Adiós, por tiempo indefinido, amado taco de suadero.
Relatos breves (a veces)de alguien que, confiesa, también ha vivido, ha muerto y ha vuelto a nacer en múltiples ocasiones. Un Fénix que resurge constantemente de sus cenizas.
sábado, 9 de agosto de 2014
jueves, 7 de agosto de 2014
De ella me encanta... todo me encanta...
De ella me gusta su mirada, su sonrisa, y el gesto que hace cuando canta y encanta.
De ella, las noches, los vasos, los besos, las eternas madrugadas.
Y el seductor instante en que alza los brazos y en un giro que nunca entenderé, acomoda su cabello en tres segundos... y el aire que provoca.
De ella, su piel, su aroma, y hasta cómo se sienta y se acurruca en mis brazos,si hace frío o tiene miedo, y su voz cuando me dice que no apague la luz...
De ella, y con ella, los minutos sin regreso, las nubes una tarde; encontrar la luna en sus ojos, y el dulce sabor de sus besos.
Hasta su ausencia me encanta, y su regreso, aún más.
Sí, así es; de ella todo me gusta, me fascina, me encanta...
De ella, las noches, los vasos, los besos, las eternas madrugadas.
Y el seductor instante en que alza los brazos y en un giro que nunca entenderé, acomoda su cabello en tres segundos... y el aire que provoca.
De ella, su piel, su aroma, y hasta cómo se sienta y se acurruca en mis brazos,si hace frío o tiene miedo, y su voz cuando me dice que no apague la luz...
De ella, y con ella, los minutos sin regreso, las nubes una tarde; encontrar la luna en sus ojos, y el dulce sabor de sus besos.
Hasta su ausencia me encanta, y su regreso, aún más.
Sí, así es; de ella todo me gusta, me fascina, me encanta...
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