Relatos breves (a veces)de alguien que, confiesa, también ha vivido, ha muerto y ha vuelto a nacer en múltiples ocasiones. Un Fénix que resurge constantemente de sus cenizas.
lunes, 26 de agosto de 2013
Y, de repente, tú....
Y de repente, tú...
Como el sol, como la luna, como ese brillo que descubres en plena oscuridad, que te guía y es capaz de reescribir hasta tus propios pasos... así, tú.
Apenas mirarte y tener la certeza de querer juntar todos los "te amo" que he pronunciado, y los que quizá pronunciaré, para regalártelos; al fin y al cabo, todos son tuyos. Siempre lo han sido. Siempre lo fueron. Siempre lo serán.
Y si dejamos el texto a un lado, y si olvidamos las palabras, y nos hablamos en el idioma de los besos, las caricias? Qué tal que nos entendemos?
Porque hasta ahora, el único camino que encuentro para estar en tu mirada es a través de estas letras que nada dicen, y de mi silencio, que grita todo.
Así, tan claro: mis letras-peces, en tus ojos-anzuelo...
Para encenderte el sol con dos palabras; romper la roca con mis letras... llegar a tus labios y morir, sin decir nada..
Mi texto, mis letras, mis palabras que juegan malabares en el equilibrio de tus ojos...
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