Por estas fechas, hace 14 años, dejé de drogarme.
Escribirlo no busca ni pretende más nada que recordarlo, no olvidar los amargos tragos.
No vivo, lo saben quienes me conocen, regodéandome en el estiércol de mis miserables días de adicción a la cocaína, pero no quiero olvidar nunca, para evitar re caer alguna vez.
Gracias, siempre, a mi familia, que me apoyó y me apoya incondicional.
Gracias a Ximena, que es luz, balance, guía y contrapeso de mis debilidades.
Y gracias a San Leonardo Stemberg, creador de una técnica de entrenamiento mental, "Contranalisis", que obró el milagro.
Han pasado 14 años y me siento tan bien, tan pleno, y tan agradecido de la vida que tengo.
Se les quiere, por eso les comparto esto, tan mío.