jueves, 25 de octubre de 2012

El amor, un acto de magia

Cada vez que sonaba el teléfono, sentía eso en el estómago; la veía y, bueno, su mundo giraba de cabeza; esas mariposas lo traían vuelto loco hasta que un día se animó y quiso gritarle al mundo el inmenso aor que sentía. Un día buscó la ocasión ideal: en un estadio, durante un evento masivo, se animó, y cuando abrió la boca y emitió sonido, un sinfin de mariposas salieron de su cuerpo, y el efecto duró, al menos, 20 minutos, y las mariposas no cesaban de salir de su cuerpo, mientras todos aplaudía el mejor acto de magia que jamás habían visto. Fin.