domingo, 6 de septiembre de 2015

Mis sueños, tan extraños...

La escena se desarrolla una mañana cualquiera, en un moderno salón de clases-auditorio-cancha de basquet.
En unos altavoces se escucha el clásico del orgullo-orgulloso y ochentero "YMCA", de Los Aldeanos.
-Mira, qué bien bailan todos, amor!!
-Sí, o sea... pues tenemos una clase semestral para esto, y ya te había contado.
-¿Cómo? Me dijiste que estaban montando una coreografía y que participabas en eso. O eso fue lo que entendí... ¿Un pinche semestre entero para aprender la coreografía de esta canción? ¿Neta?
-Pues sí, o sssssseaaaaaa -habla como si trajera una papa en la garganta-, si te dije, 'páaaaaa.
-O ssssssssssea -la imita-, pues sí me dijiste, 'já, pero te entendí que era UNA PINCHE CLASE, NO UN PUTO SEMESTRE!! O sssssssseaaaaa, ¿estoy pagando una escuela para que aprendas coreografías de estos %/&%(#"))(/ ochenteros?
-Ay, o ssssssea; sale, bye, 'pá.
-Ximena... Ximena... XIMENA!!!

Pinche sueño tan horrible y raro. Ahí me desperté. No sé qué me causaba más angustia, si pagar por algo que en mi sueño no creía que valdría la pena; si era el tema tan nefastamente emblemático de estos emblemáticos orgullosos de su orgullo ochentero, o si era la recién e incrustada papa en la boca con la que me hablaba Ximena...

Lo cierto es que no vuelvo a cenar tan pesado y menos a las 4 de la mañana.

Tengan excelente día, ternuros, orgullosos y no orgullosos del lado que mastican.

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