martes, 19 de noviembre de 2013

Mi vecina, la de las micro faldas...

Les he contado de mi vecina, la que me ponía nervioso con sus micro faldas y sonrisa encantadora? Pues nos hemos hecho taaaaan cuates (cuates, C-U-A-T-E-S!, aclaro) que, la muy confianzuda acaba de irse de viaje una semana y, qué creen? Me dio en custodia a una de sus mascotas! No, no es uno de sus perros blanco y negro, no... UN PEZ!! Fulgencio, se llama el animalillo con el cual comenzaré a aprender tolerancia, disciplina ("come tres veces al día; T-R-E-S", remarcó ella, enfática) y una capacidad de entrega que, la verdad, sólo tengo para Ximena. Bueno, luego de cenas, fumadera nocturna, cine y largas y divertidas charlas, nuestra amistad pasó al siguiente nivel en el que debo hacerme cargo de Fulgencio (sí, tiene nombre el desdichado pez azul). Ustedes, que me conocen, saben que no doy paso sin huarache y que a cambio de esto le he pedido a ella un regalito a cambio: un llavero y un encendedor, de las cosas que uso-colecciono y que me gusta recibir. Ya subiré foto de Fulgencio (cabe decir, que en su ausencia, Fulgencio se llamará Tuburoncín, uh, ha-ha!), para que sepan de qué les hablo. Hasta aquí, mi reporte, Adela.

5 comentarios:

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