domingo, 17 de noviembre de 2013

"Alguien", en la vida de Ximena... Un perro infeliz que me la está robando...

Era de esperarse. De esos eventos que sabes, tarde o temprano, sucederán: Ximena encontró motivos, razones, para distanciar sus visitas a esta casa. Y, bueno, a sus 16 años me empezaba a preocupar que quisiera pasar fines de semana, puentes y vacaciones conmigo porque, digo. Yo mismo he de confesar que desde mis 10 años, yo no quería salir con mis papás a ver a mis abuelos, pues me aburría sobremanera y prefería, se entiende, quedarme a jugar con mis vecinitos en VillaCoapa. Por eso mi extrañeza de que Ximena, tremenda escuinclota, la pasara tan bien conmigo y nos divirtiéramos tanto. Pues, qué creen? No more. La escuincla me confesó, abiertamente, que el último puente se había aburrido, no obstante que intenté resarcir su fastidio comprándole ropa, y que este puente-fin-de-semana-largo no quería venir a verme. Los que ya estén con el pañuelo desechable en mano, paren. No, no es historia triste. La extraño, sí, pero tampoco es drama. Antes, lo digo en serio, me alegra que empiece a distanciarse. Para eso los entrena uno,, no? Para que hagan su propia historia y anden su propio camino. Lo único que es incómodo, debo confesar, es que en realidad no era que se aburriera... es que, oh, my God! Apareció "alguien" en su vida que le alegra las mañanas y los días enteros... Es un perro el infeliz que me ha quitado la atención de Ximena. Un perro y no hay otra forma de llamarlo porque, en efecto, es un perro... un hermoso cocker de dos meses, color café que nos tiene muy contentitos (bueno, bueno... dejémoslo así). Duma, el nombre que eligieron para la cachorrita que, a Dios le pido, Ximena cuide y aprenda a respetar, como el ser vivo que es (el animal y, bueno, ella también, aunque no parezca). Arriba Numa, que nos hace dar un paso más en nuestra vida de padre e hija.

1 comentario:

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