domingo, 25 de noviembre de 2012

Un domingo con mi mejor amiga: Ximena.

Fuimos a comer, y luego a ver Amanecer 2... Debo admitir que, honestamente, no comparto el gusto por la literatura ni el cine ni toda la música que consume mi adorada hija Ximena, pero verla tan emocionada, tan entusiasta contarme una y otra vez la historia los vampiros poderosos (todos tienen súper poderes, efectivamente), no puedo menos que agradecerle a Dios que camina, que gaste suela, que vaya y pruebe hasta que encuentre lo que en la vida le apasione y pueda, gozosamente, dedicarse a ello el resto de su existencia... Pues fue tarde de comida italiana, de palomitas, de refrescos, besos y abrazos, y de decirnos y sabernos como los mejores amigos que puede haber. Y, no, no dejo de ser su padre ni ella, mi hija, pero somos cuates, amigos, nos contamos todo y todo sin reservas, porque no hay temor al regaño, al consejo no pedido, que tanto nos re caga a los dos... Ah, qué bien me hace ver a Ximena, una niña clonada en bonito de mi. Y, de la peli, pues palomera, pero divertida, excepto esos dos momentos en que ronqué, aplastado en el sillón VIP, puedo decir que la volvería a ver si ella me lo pidiera.

2 comentarios:

  1. ¡Que padre, Víctor!

    De otra manera, pero más o menos así me llevo con mi hija, aunque ahora un poco menos. Ella ya con sus dos hijitas, a las que adoramos y yo ya menos propenso a ir al cine a ver vampiros...

    ;)

    Y bueno, ya que andamos en esas, te invito:

    http://blastorillophotography.blogspot.mx

    Saludos!

    ResponderEliminar

Trolls, favor de abstenerse. No son bienvenidos.